Pero... ¿por qué eres así?-le dije. No me gusta que te comportes de esa forma, o por lo menos no lo hagas delante de mí, porque no me gusta verte así, sé cómo te sientan esas cosas, pero también debes comprender a los demás, no todos lo entienden, tú y yo si, pero nadie más, a veces esto es bueno, pero otras ya ves que no tanto... ellos sólo lo critican porque les parece extraño, no están acostumbrados, ya te lo dije... ya te había dicho que iba a ser difícil, te advertí que esto podía ocurrir y así ha sido... Pero todo es por mi, porque quise convencerme de que todo estaba solucionado, de que todo era como antes, como lo habíamos dejado... y no, no es así... ahora está peor que nunca y yo ya no puedo hacer nada... pero tú sí, tú sí que puedes y sabes que debes hacerlo, por el bien de los dos... hazlo: ¡déjame!-le grité, lo dije con los ojos húmedos, intentando reprimir las lágrimas porque sabía que en el fondo era lo que más nos convenía a los dos.

Pero él, impasible como siempre, no dejó que yo siguiese hablando, lo único que hizo fue intentar que me tranquilizase y el cabrón sabía muy bien como hacerlo... por lo que con las dos manos agarró fuertemente mi cuello, clavó sus ojos en mí por un instante y besó mis labios como sólo él sabía hacerlo y me dijo:

te quiero, ¿es suficiente con eso?



Pictures by Jeff Hahn

Si, creo que es suficiente.

Tomaba la justicia por su propia mano

Y no le iba del todo mal, hasta que tropezó para no volver a levantarse jamás. Al fin pudo comprobar que no todo iba a ser como ella pensaba, el mundo no estaba dispuesto a dejarse dominar.

Un pequeño guiño a Friends (III)

-Ross: Estoy atravesando una sequía sexual.

-Joey: ¿De cuánto tiempo estamos hablando?

-Ross: Cinco meses, a decir verdad... seis. Pero no es tan grave, estoy aprendiendo a apreciar las cosas más insignificantes de la vida como el canto de los pájaros o el color del cielo.

-Joey: ¡¡Ross, el cielo es azul y yo mojé ayer!!

When the sun goes down and the alcohol runs through the veins...

Autoengaño

He de reconocer que en el fondo lo sabía, lo sabía, sabía cómo era, lo que ocurría era que no quería ver la realidad, no quería saber como era él en realidad, ya que a mi únicamente me gustaba en esos momentos. No sé muy bien porqué, pero algo me hizo cambiar de idea...

Say me bye, darling.

Dices

Dices que no se puede querer a dos personas de la misma manera, dices que necesitas tener siempre a alguien de más confianza a tu lado, dices que pensabas encontrar algo en mi y que ahora te has dado cuenta de que eso que buscabas no existe, que yo no te lo puedo dar (eso duele), que lo que creíste ver en mi, no está, dices que ese hueco que pensabas y que querías que yo rellenase ya no es posible que lo ocupe, pero que no pasa nada, que ya te buscarás a otra, que ahora cuando pienses en mi y quieras llamarme intentarás que sea otra la que te escuche, dices que lo aceptas, que son cosas diferentes las que buscamos, que no son compatibles y ya está, pero que ya está... dices que no, que no te he decepcionado, que simplemente te esperabas cosas de mi y que ahora ves que no están, pero que yo no tengo la culpa... dices mucho, pero déjame que yo también diga algo:

Te quiero, pero por favor déjame quererte como yo quiera, no me digas como he de hacerlo porque así no me sale, pero déjame quererte, te repito.

Todos

Retumban en mi cráneo los graves monótonos y alienantes de la música sintética. Escucho los gritos asustados de los testigos de una pelea. Un coche de policía llega demasiado tarde. O demasiado pronto para el próximo incidente. Una ambulancia recoge a un joven ensangrentado que no recuerda cómo ha llegado a abrirse la cabeza. Me da incluso por pensar que quizá viniera así de casa.

Una chica se arranca por bulerías frente a mi balcón. Tengo sueño y la espontánea carece de talento. Quiero matarla. Canalizo mi violencia encendiendo la televisión, que parece programada exactamente para eso. Me decanto por La Noche temática que, casualmente, hoy se titula Muerte súbita. La histeria se dispara con sus matices agudos, impregnando la madrugada de hormonas desatadas. Me fumo un cigarro en el balcón y observo el horizonte velado por el botellón. Me ha salido un pareado sin haberlo preparado. Llueve sobre la capa impermeable del exceso. Las gotas no disuaden a las decenas de personas que se congregan para arrastrar su adolescencia por las esquinas. Dos chicas lloran abrazadas con un brick en la mano. Preveo resacas terminales.

Una ráfaga ácida e intensa que asciende desde el mingitorio oficial en el que se ha convertido mi calle, me obliga a enclaustrarme de nuevo en el salón. Un tal José llama a un tal Germán para decirle que es un soso por no unirse a la fiesta. “¿qué haces en la cama, tío? ¡Si no son ni las cuatro!” Dan las cuatro y a mí me gustaría poder dormir. El tal José me diría que soy una sosa. No tendría intención de contradecirle. Lo soy. Una chica comenta a sus compañeras que lleva dos días bebiendo sin parar. Entra en el bucle y lo repite lo menos seis veces en el tramo que recorre desde mi calle hasta la plaza. El gesto desencajado y la torpeza de sus frágiles movimientos, indican, tristemente, que no miente. Son las cinco de la mañana. Unos 20 jóvenes cantan a todo pulmón Cumpleaños feliz. Pero la cosa no acaba ahí, luego siguen con Es un muchacho excelente. Rezo para que no empalmen con Feliz en tu día. El excelente muchacho despide la jornada con un humillante strip-tease.

Bárbara Alpuente

Un pequeño guiño a Friends (II)

Ross intenta besar a su prima Cassie.

-Cassie: ¿Qué puñetas estás haciendo?

-Ross pensando: (Di algo ingenioso... Vale, no tiene porqué ser ingenioso, sólo tienen que ser palabras, di unas palabras... Cualquier palabra servirá... Dios mío, el rato más largo que haya pasado nadie sin hablar. No hay nada que puedas decir para empeorar las cosas ¡así que di algo!)

-Ross: Hace mucho que no tengo relaciones sexuales.

-Ross pensando: (Está claro que no deberías haber dicho nada.)

Paz y tranquilidad

¿Conoces esa sensación de paz, de tranquilidad?, ¿esa sensación de que todo marcha sobre ruedas, pero sin que tú lo estés controlando?, de que todo es tal cual como a ti te gusta y además hasta ahora ni siquiera te habías parado a pensar cómo querías que fuese, pero aún así sabes que es como tú hubieras querido, sí, así eso está bien, todo está bien, perfecto...

Sensación de que estás a gusto, sin prisas, sin preocupaciones, sin nada que te extrese o te obligue a estar en alerta, sin comeduras de coco, todo discurre sin más, pero a la vez sin dejarte tiempo para preguntarte cómo es que lo quieres... Pues esa es la sensación que me gusta, vivir relajada, que la vida y las cosas vengan sin más y simplemente disfrutarlas, cogerlas como vengan y aprovecharlas...

Eso es lo que no quiero que cambie...

PLEASE DISTURB ME

Cuando entró supe al momento que era él, podría reconocer ese olor en cualquier lugar. Entró despacio, sin apenas hacer ruido, siempre lo hacía, siempre que no quería molestarme, pero sabía de sobras que él no molestaba, de hecho llevaba horas aguardando su llegada.